viernes, 22 de mayo de 2009

Lo que el ojo no ve.

A medida que uno se va haciendo mayor va alcanzando algunas de sus aspiraciones, aunque no siempre esas aspiraciones tienen que ser cosas suntuosas o grandilocuentes Yo por ejemplo siempre quise tener una bici y mis padres nunca tuvieron el dinero suficiente para poder comprármela. Cuando ya tuve medios económicos para poder hacerme con una, siempre había otras prioridades y la adquisición de la bici quedaba aplazada, lo que no quitaba para que esa pequeña ilusión estuviera aún latente. Finalmente el año pasado con 37 años me compré mi primera bici; y no voy a negar que si no fuese por la barba y algún que otro dolor artrítico que ya me pasa factura, me habrían confundido con un nenillo por la cara de ilusión con que pedaleaba el primer día que la cogí.

Bien, pues lo mismo que con la bici, me sucedió con tener un telescopio. Desde que era un niño me atrajo mirar las estrellas. Luego ya algo más mayor al estudiar ingeniería, contacté de nuevo con esa ilusión hipnótica del firmamento; aunque he de reconocer que en este contacto que mantuve con el campo de la astronomía, el romanticismo aventurero espacial que me motivaba de pequeño se veía desfigurado por la cantidad de cálculos matemáticos y la complejidad de las ecuaciones que sostenían lo que mis ojos miraban. A pesar de todo, mi atracción hacia ese lienzo oscuro salpicado de puntos luminosos que es la noche se ha mantenido con el paso de los años. Por eso hace apenas unas semanas me compré en eBay un telescopio. Y como se podrá deducir, estoy con el chisme éste como un niño con zapatos nuevos.

Ahora por las noches me subo a la terraza monto el cacharro y me meto unas sesiones de lo más entretenidas observando y buscando a lo largo y ancho del trozo de cielo que tengo visible desde casa. Descubrir que un punto que aparentemente es igual a los cientos que hay en ese espacio que miras, al enfocarlo a través del visor del telescopio resulta que es una esfera perfecta rodeada de un anillo, por lo que claramente estás viendo Saturno, es una experiencia, para mi gusto, de lo más bonita y emotiva. Así, voy saltando de sorpresa en sorpresa descubriendo cada día (o mejor dicho, cada noche) imágenes nuevas que me van atrapando en esa infinitud que es el universo.
Pero no solo desde un aspecto visual y/o científico me voy sintiendo cada día más contento con esta experiencia astronómica. Sobre todo, el mirar el cielo me va aportando un sentimiento de introspección y de hacerme preguntas que me abre un mundo tan extenso como el que puedo observar a través del cilindro telescópico. Si bien es cierto que yo soy tendente al onanismo mental (es por quedar fisno y no decir que me hago muchas pajas mentales) y siempre estoy dándole vueltas al coco, ahora, por poner un pequeño ejemplo, no me faltan razones para entrar en una movida mental al confrontar que por más que agudice mi visión, siempre que miro por el visor descubro cosas que se me escapan a los ojos; y pienso aquello de “si no lo veo no lo creo”, entonces no puedo evitar plantearme ¿cuántas cosas me estaré perdiendo porque simplemente mi vista no alcanza, pero están ahí, esperando a que las pueda ver? ¿cuántas cosas hay, a pesar de que yo no las pueda ver y como no las veo no las creo?...Y así me lío y me lío y no sé si a pesar del telescopio llego a ver las cosas claras.

4 comentarios:

Majo dijo...

Buen día, Sâddha. Cada entrada que haces me resultas más interesante como persona, y no te molestes ni te sonrojes, es un hecho y tenía que plasmarlo.

Pienso en qué afortunado será vuestro bebito cuando empiece a razonar y su papi le explique todas esas cosas que sigue aprendiendo y apreciando a sus taytantos. Es una gozada que mantengas ese espíritu y ese entusiasmo por cada cosa pequeña a los ojos de la gran mayoría de la gente (que miran pero no ven)

Y de paso, me han entrado ganas de comprarme un telescopio, porque pienso que nos vendría bien, tanto a mi hijo como a mí (es un preguntón y un curioso de cuidado), empezar a explorar más allá de lo que vemos a diario.

Gracias por la entrada y B7s

Sâddha dijo...

Hola Majo,ante todo gracias, por pasar, por leerme, por acompañarme y para colmo de parabienes por echarme piropos. Cómo me voy a molestar por resultarte interesante como persona, al contrario ahora mismo le he tenido que quitar los brazos al sillón del ordenador porque me has dejado que ya no entro bien en él. Confío en que tu tampoco te molestases cuando te dije al ver tu foto en tu blog que me resultabas bastante atracativa, lo cual va en consonancia con lo atractivo de tus paranoies como dices tú en catalán.
En cuanto a la criatura que está en camino, sobre todo creo que será afortunad@ porque va a llegar a un hogar en dónde se le va a dar todo el cariño que es posible tener y si a eso se le suma que su padre es curioso y desvaría de vez en cuando pues estará además de querid@ entretenid@,jejejeje.
Y respecto a lo del telescopio, sin duda que te lo recomiendo a título individual y tambien en tu faceta de madre. A título individual, si tienes un pelín de curiosidad y también hay que decirlo un poquito de paciencia, fliparás en colores de las cosas que se encuentra uno en la noche, sin que la noche te confunda como a Dinio. Y por supuesto con tu hijo puedes compartir unos momentos de lo más chulos. No lo dudes, si te pica un poco la curiosidad, pillate uno porque además ahora que llega el veranito y apetece salir por la noche al fresco, es sin duda un buen plan.

Muchas gracias por tu comentario. Tengo algunas cosas pendientes para decir en tu blog en entradas antiguas, a ver si este finde me pongo al lío que no quiero que se me caduquen las ideas.
Beso y abrazo.

lare dijo...

jo, pues entonces te habrá gustado la foto que puesto en la entrada de "éxodo" porque la bici es ahi la protagonista, a mi también me apasiona este medio de transporte, en mi ciudad estoy disfrutando con el nuevo servicio que es a la vez de cómodo, terapeutico, y sobre todo en domingo, es una experiencia que en los dos anteriores zños que viví en un pueblo no pude disfrutar...

esto ya es ver algo más... no?

Sâddha dijo...

Hola lare, la foto de tu entrada, muy acertada. A mi me mola mucho la bici, también me gusta mucho correr, pero como dice un amiguete, correr está bien, pero en bici se conoce más mundo. Para ir por la ciudad yo lo tengo algo más chungo aqui en mi terruño,porque hay una sola cuesta, pero ocupa toda la ciudad y para bajar se va muy bien, pero para subir ya entran los sudores.
Y si, si que es ver algo, ya te digo, con la bici se conoce más mundo, jejeje.