lunes, 7 de mayo de 2012

Contribución a la estadística

Tengo la fortuna de haber ido a la escuela y haber aprendido a leer; y esto me posibilita disfrutar de bellezas como la que hoy me encontré. Harto de leer promesas incumplidas de políticos inmaduros e ignorantes apesar de todos sus títulos y honores, el encontrar perlas como esta son un purificador en una balsa de agua cenagosa. Si simplemente todos fuesemos capaces de asumir el último verso del poema el mundo sería distinto y mejor.

CONTRIBUCIÓN A LA ESTADÍSTICA

De cada cien personas,
las que todo lo saben mejor:
cincuenta y dos,

las inseguras de cada paso:
casi todo el resto,

las prontas a ayudar,
siempre que no dure mucho:
hasta cuarenta y nueve,

las buenas siempre,
porque no pueden de otra forma:
cuatro, o quizá cinco,

las dispuestas a admirar sin envidia:
dieciocho,

las que viven continuamente angustiadas
por algo o por alguien:
setenta y siete,
las capaces de ser felices:
como mucho, veintitantas,

las inofensivas de una en una,
pero salvajes en grupo:
más de la mitad seguro,

las crueles
cuando las circunstancias obligan:
eso mejor no saberlo
ni siquiera aproximadamente,

las sabias a posteriori:
no muchas más
que las sabias a priori,

las que de la vida no quieren nada más que cosas:
cuarenta,
aunque quisiera equivocarme,
las encorvadas, doloridas
y sin linterna en lo oscuro:
ochenta y tres,
tarde o temprano,

las dignas de compasión:
noventa y nueve,

las mortales:
cien de cien.
Cifra que por ahora no sufre ningún cambio



(Wislawa Szymborska)