miércoles, 30 de diciembre de 2009

Feliz 2010



Hace tiempo llegué a la conclusión de que las personas somos en cierto modo como los globos aerostáticos, vamos navegando por el mundo un poco a la deriva de los acontecimientos al igual que el viento actúa sobre estas naves. A la par que estos artefactos, nosotros los humanitos podemos elevarnos para hacer camino gracias a nuestro calor interno y es necesario que soltemos lastres si acaso queremos despegar y tomar cierta altura que nos permita hacer nuestro viaje.
Hoy me he acordado de esta conclusión a la que llegué no sé cuándo ni porque pero con la que sin duda hoy, quizás más que en otras veces, me identifico. Hoy llevé a cabo una decisión pensada y meditada durante largo tiempo, hoy solté un lastre pesado que no me permitía despegar; y no voy a negar que ahora me sienta un poco desangelado, asustado y aunque me disponga a tomar cierta altura o al menos cierta distancia, el vértigo en este primer tramo me acompaña. Sé que la incertidumbre es el abracadabra de la vida y miro el futuro con mirada esquiva, pero confío en mi calor interno para que me ayude a subir hasta la altura necesaria y así vislumbrar con mayor claridad el camino que me quede por recorrer.
Este año 2009 que ahora acaba ha supuesto para mí un tiempo de cambios, algunos más sutiles y otros más radicales, algunos más dulces y otros más amargos. Me quedo simplemente con que ha habido cambios y para mí los cambios y la vida están íntimamente ligados con lo cual me quedo con que he vivido, que no es poco.
Si tengo que pedir algo para el 2010, quizás me quedaría con la capacidad para seguir afrontando los cambios que tengan que suceder, que no es poco.
No sé si acertada o equivocadamente pero intento aplicar la filosofía de no desear a los demás lo que no te desees a ti mismo y viceversa (y no me va el masoquismo, que no se asuste nadie); así que como un deseo en el nuevo año para todas aquellas personas que me acompañan en este espacio, extiendo mi petición particular a todo el respetable y que dios reparta suerte.
Feliz y pacífico año 2010.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Humanos (con derechos...)

Hoy se celebra, o mejor dicho se recuerda que existe una cosa llamada "derechos humanos", algo que a mi entender resulta una redundancia, pues si hicieramos el esfuerzo por ser la segunda parte del concepto, la primera vendría implícita, pero en fin, aparco el cinismo y me quedo con la necesidad de seguir arrimando el hombro para hacer de esta piedra cósmica que es nuestro planeta un espacio pisable y habitable, en donde podamos convivir todos los seres que la poblamos. Para mi, los derechos humanos son derechos terrestres, no los concibo como una cuestión que solo afecta a la categoría de los hominidos. Se que puede haber muchas opiniones y matizaciones acerca de esta visión, pero creo que no fastidio a nadie ni a nada por pensarlo y sentirlo así; y no me creo eso de que el ser humano es el ser superior de este planeta, pues si así fuese no estaría el planeta como está.
Hace tiempo leí un cuento que me gustó mucho por lo sencillo y lo profundo de su mensaje. Yo me lo intento recordar todo lo amenudo que puedo y creo que en este día de conmemoración no está mal traído. Dice así:
UNA ESTRELLA DE MAR
Cierto día caminando por la playa, reparé en un hombre que se agachaba a cada momento, recogía algo de la arena y lo lanzaba al mar. Hacía lo mismo una y otra vez. Tan pronto como me aproximé, me dí cuenta de que lo que el hombre agarraba eran estrellas de mar que las olas depositaban en la arena, y una a una las arrojaba de nuevo al mar.
Intrigado, le pregunté sobre lo que estaba haciendo, y él me respondió:
- Estoy lanzando estas estrellas marinas nuevamente al océano. Como ves, la marea es baja, y estas estrellas han quedado en la orilla; si no las arrojo al mar, morirán aquí por falta de oxígeno.
- Entiendo -le dije-, pero debe de haber miles de estrellas de mar sobre la playa...No puedes lanzarlas todas. Son demasiadas. Y quizá no te des cuenta de que esto sucede probablemente en cientos de playas a lo largo de la costa. ¿No estás haciendo algo que no tiene sentido?
- El hombre sonrió, se inclinó y tomó una estrella marina y mientras la lanzaba de vuelta al mar, me respondió:
-¡Para ésta si tiene sentido!
Quizás nuestra fuerza es pequeña, incluso ridícula comparada con la que puedan ejercer "los poderosos", pero curiosamente tod@s estamos tocad@s por ese alo de poder, pero nos negamos a apreciarlo porque nos cegamos con el resplandor de nuestra impotencia. Nos sentimos hormiguitas al lado de quienes consideramos que son los que "pueden" hacer algo, pero aún así creo que podríamos entonces hermanarnos con aquellas hormiguitas que también tenemos por debajo y que nos ven como "poderosos" y desde nuestro ínfimo pedestal empezar a cambiar. Como dice Viglietti tan bien dicho:
"Si yo no cambio un poco mis fallas mis males
¿cómo cambiar entonces las tierras, los mares?
Si no cambio un poquito mis mañas mis juegos
¿cómo cambiar en algo los dramas los fuegos?"

miércoles, 2 de diciembre de 2009

:s

Esto es ficción: (tira cómica de Quino)



Esto es realidad: (Diario Jaén 11 de noviembre de 2009)


¿QUIÉN DIJO QUE LA REALIDAD NO SUPERA A LA FICCIÓN?