viernes, 23 de julio de 2010

No está de más un poco de oración.

De todos esos miles de correos que pululan por el ciberespacio, hoy me llegó uno que contenía esta oración, la cual, según titula el mail la realizó Mahatma Gandhi. La verdad es que no se si realmente será de Gandhi y ni me importa, pues el nombre del autor no le puede añadir más belleza ni tampoco quitársela. El caso es que como soy de los que piensa que no hace falta ser creyente de un dios con nombre, ni tan siquiera apodo y sin embargo si que creo necesaria cada vez más la fé (y cada cual que la tenga en lo que quiera), es por lo que considero importante la oración en su sentido más amplio, como una de las velas que empuje el barco de este mundo que no se ya si construimos, deconstruimos o directamente destruimos entre tod@s cada día un poquito.
Me tomo la licencia por tanto de darle difusión a estas letras.
Abrazos a todo el mundo y la munda.


ORACION

Señor...

...Ayúdame a decir la verdad
delante de los fuertes y a no decir
mentiras para ganarme el aplauso
de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la
humildad.
Si me das humildad, no me quites
la dignidad.

Ayúdame siempre a ver la otra
cara de la medalla,
no me dejes inculpar de traición
a los demás por no pensar
igual que yo.

Enséñame a querer a la gente
como a mí mismo y a no juzgarme
como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo
si triunfo, ni en la
desesperación si fracaso.

Más bien recuérdame que el
fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar
es un signo de grandeza y que la venganza
es una señal de bajeza.

Si me quitas el éxito, déjame
fuerzas para aprender
del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente,
dame valor para disculparme
y si la gente me ofende,
dame valor para perdonar.

¡Señor...si yo me olvido de tí,
nunca te olvides de mí!

(Mahatma Gandhi)