
Esta entrada viene a cumplir “los deberes” que me mandó mi amiga Cris hace una semana y es por tanto respuesta a ese
MeMe que pide a una serie de personas entre los que me encuentro.
Al hablar de cómo surgió la idea de crear un blog, cual fue la causa o las circunstancias que propiciaron la construcción de esta ciber-ventana, he de decir que puedo distinguir al menos dos comienzos bastante claros y bien diferenciados por lo que para mi supusieron en la manera de entender el blog y por tanto en mi modo de interactuar con esta herramienta y con las personas que hay al otro lado de cada página que publico.
En un primer momento el blog vio la luz en junio del año 2007. Yo conocía desde hacía un tiempo la existencia de esta herramienta y en cierto modo me llamaba la atención probar con ella, pero la verdad es que no sabía cómo abrir uno, ni tenía claro qué utilidad darle. Durante un tiempo la idea estuvo en stand by hasta que el mismo profe que alentó el blog de Cris, un año antes, fue también el catalizador que hizo que mi idea se transformase en realidad. A partir de leer los mensajes que l@s copañer@s del foro de la asignatura iban colgando explicando en qué páginas podías hacerte un blog y cuales eran los pasos a seguir, me fui introduciendo en este mundo cada día más sorprendente. Fue así como un día me metí en la página de blogger y leí la tentadora frase “crea un blog en solo 3 pasos”, lo cual para un servidor que es bastante rudimentario en estos menesteres de la técnica, era toda una tentación asequible a mis posibilidades. De este modo me planté ante la primera duda existencial ¿y ahora qué nombre le pongo al blog? Y la segunda y no menos peliaguda ¿y qué subtítulo? ¿de qué va a ir mi blog?... así me metí en todo un laberinto de cuestionamientos y psicoanálisis barato en donde me planteaba ¿para qué necesitas tú un blog? ¿tanto tienes que contar?...al final decidí que sí, que por qué no; y ni corto ni perezoso me puse a pensar nombres y como no, a probar que esos nombres no estuviesen ya pillados, de manera que tras probar unas cuantas veces, pude poner nombre al blog (anteriormente tenía otro nombre). Como tenía claro que ésto iba a tenerlo como una actividad secreta (me parecía estar entrando en una logia masónica) no se lo dije a nadie y simplemente el blog estaba ahí colgado en el ciberespacio y yo colgado en la vida; y de vez en cuando publicaba algún texto que leía y me gustaba o escribía alguna de las paranoias que me pululaban por el coco.
De esta manera el tiempo pasó y transcurrió más de un año, tiempo éste, en el cual llegué incluso a olvidar que había abierto un blog y cuando quise buscarlo no me acordaba de la contraseña ni de nada. Pero al final me acordé y lo recuperé.
El caso es que por azares de la vida conocí a Cris a través de esta asignatura y en una de las muchas charlas que mantuvimos para desahogarnos del profe éste que nos hervía la sangra con bastante frecuencia, surgió el asunto del blog que era una de las actividades que promovía esta persona como una herramienta para participar a través de la red como activistas revolucionarios contra el sistema capitalista y bla bla bla (que no digo que no tuviese razón, simplemente él no es para mi un referente en el que fijarme, por eso lo de bla bla bla). Entonces me dijo Cris que se iba a hacer un blog; y yo le comenté que yo tenía uno hecho desde el año anterior. Ella fue la primera persona que de forma consciente conoció mi blog. A partir de ese momento, yo sabía que tenía una lectora, lo cual para mí suponía un cambio cualitativo, pues de pasar a escribir cuatro cosas y dejarlas en el vacío como quien tira un avión de papel por la ventana de su piso, a saber que en la calle hay alguien que puede que coja ese avión y juegue también con el o vaya usted a saber qué pueda hacer, eso para mi era un cambio bastante importante. Mi anonimato quedaba casi difuminado (digo casi, porque no nos conocemos personalmente, solo a través del Messenger).
Desde ese momento como he dicho antes, considero que el blog tuvo otro nacimiento, pues las entradas empezaron de nuevo a tener una cierta continuidad. Posteriormente le cambié el nombre al que actualmente tiene. Eso también fue para mi un acto de mayor apropiación de este espacio porque me planteé qué dirección le quería dar más exactamente, etc.
Y un tercer matiz que ha marcado también la diferencia en cuanto a la hora de interaccionar con el blog ha sido el que de alguna manera haya dejado “pistas” de su existencia al hacer comentarios en el blog de Cris primeramente y luego en otros blogs, lo que ha supuesto que de alguna manera no dejase al puro azar el que alguien conociese este espacio.
En la actualidad tampoco es que entre mucha gente, pero creo que he tenido bastante suerte pues la gente que ha contactado me ha permitido conocer otros espacios muy interesantes y de alguna manera el encontrar esos pensamientos contribuye en mi continua construcción como persona y también por qué no decirlo como blogueador.