martes, 31 de marzo de 2009

Señales


De haber sucedido todo tal cual estaba planeado desde hacía meses atrás, ahora mismo no estaría delante de mi PC escribiendo en el blog sino que estaría en Kathmandu, pues por fin estaría de nuevo en Nepal como llevo soñando cada día desde hace tres años por estas mismas fechas cuando tuve la gran suerte de ir hasta allá y quedarme maravillado y enamorado de ese lugar.

Todas las personas tenemos uno o varios puntos de inflexión en nuestra vida que nos marcan un antes y un después. Yo como cualquier hijo de vecino tengo también los míos, pero quizás uno de los que más me impactó fue como digo cuando hace tres años pude viajar a Nepal, país al que yo tenía como una Meca particular por sus paisajes, pero del que me enamore hasta la médula de todo cuanto es regado por esas montañas, sus gentes, sus colores, olores, sonidos... Ya antes de viajar, un montañero experimentado con el que hablamos nos dijo “ojo con Nepal, que engancha y vais a querer volver siempre que podáis”. Qué gran verdad dijo, pues desde el mismo día de regreso a España entré en una especie de sueño por volver allí, que día tras día se viene repitiendo.

Hemos estado ahorrando durante tiempo para por fin poder planificar la vuelta para estos días. Claro que no contábamos con la sorpresa de la pequeña habichuela que se iba a instalar en la tripa de mi compa. Y por la que los médicos nos recomendaron por activa y por pasiva que anuláramos el viaje por estar en un estado “delicado” la gestación.

La situación estaba de tal manera que nos encontrábamos en una encrucijada, pues los billetes no se podían cancelar y perdíamos el dinero, pero por otro lado esa recomendación de no hacer un viaje tan largo nos inquietaba; aunque sabíamos que si en lugar de decir que viajábamos a Nepal hubiéramos dicho que lo hacíamos a San Francisco, la cosa habría cambiado porque ya no íbamos “al tercer mundo” que era el verdadero prejuicio médico. Pero la cuestión es que esos prejuicios o precauciones médicas, no nos dejaban el cuerpo con la alegría que necesitábamos para hacer este viaje.

Yo no se si fue una señal, pero desde luego nosotros así lo quisimos ver. Hace un par de semanas nos telefonearon de la compañía con la que íbamos a viajar, comunicándonos que había un problema con las fechas del vuelo reservado y que había que cambiar la fecha un día antes o un día después y que si no podíamos nos devolvían el dinero y tan amigos. Cuando escuchamos esto mi compa y yo nos miramos y sin dudarlo aunque con nuestro pesar dijimos que nos devolviesen el dinero.

Hace unos días mi compa empezó a sangrar y nos preocupamos bastante. Finalmente le hicieron una nueva eco y no había daño estando todo correcto y sonando aquel corazoncito tan rápido como la vez anterior. Pero no pudimos pensar que si en lugar de suceder eso en nuestro lugar en el que habitualmente estamos, el que conocemos y en el que nos manejamos con fluidez y eficacia, esto hubiera sucedido en Nepal dónde ya la simple barrera idiomática es un gran muro si tus nervios no están calmados, no se como podría haber terminado la cosa.

Al contrario de lo que creemos la mayoría de las personas, dicen que los faros que vemos en las costas no indican su señal con la luz, sino con el tiempo que pasa entre luz y luz, es decir, en ese espacio de oscuridad. Es curioso que la señal sea la oscuridad y no la luz, de la misma manera que te tiene que pasar algo “negativo” como en este caso que se anule un viaje muy deseado, para que entiendas que ahora toca otra cosa positiva. Un espacio de oscuridad da luz al navegante y una perdida hace aumentar la conciencia de lo que realmente has ganado.

Mientras escribo pensando en dónde estaría en este momento, me viene a la mente que la vida es tan sorprendente que quizás a pesar de haber escuchado “la señal” podría no estar ahora dónde estoy si la semana pasada cuando me fui a la montaña a desfogarme por mi "no viaje", no hubiese echo caso al presentimiento de que la zona hacia la que me dirigía no era segura y decidiese darme la vuelta, a pesar de haber pasado por allí numerosas veces; y de haber seguido hacia delante, al regresar con el tiempo más justo el sitio en el que me caí, a otras horas hubiera sido una trampa mortal.

Ahora mi compa está durmiendo, pero me voy a acercar a su lado de la cama y le voy a dar un beso, porque aunque no estoy en mi soñado Nepal, soy consciente de que el viaje más bonito comienza cada día.

7 comentarios:

dezaragoza dijo...

Buah, me has nockeado con este post. Tengo las lágrimas a punto de salir, yo que soy un "machote", estarás contento ¿no? :P

Me maravilla la gente que tiene una intuición tan fina como la tuya. En cuanto a las señales, me parece obvio que ahí están siempre. Luego hay quien las vé y quien está ciego.

No te preocupes por el viaje, ya lo haréis más adelante, lo mismo da en un año que en diez. Cuando sea el momento correcto para que vayáis todo se conjugará y se ordenará debidamente para que ese viaje salga por sí solo. Y será mejor que diez viajes juntos. Ahora toca el que os toca, la nueva vida que traéis. Así que a seguir disfrutándolo. Abrazos.

Majo dijo...

Yo creo muchísimo en las señales. Bueno, creer quizás no es la palabra apropiada, pero no sé explicarlo... quizás sería mejor decir que creo en mi buena suerte.

Siempre, al final, la gran mayoría de las veces las cosas me han salido que ni planificadas, y ello me hace estar tranquila ante los desenlaces, porque no sé por qué causa ajena a mí (o precisamente inherente a mí), todo al final termina por arreglarse. Fíjate en la frase que tengo en mi blog, en uno de los laterales:

"Al final, todo sale bien; si no está bien, es que no es el final"

Pertenece a Maktub, de Paulo Coelho.

Suerte a los tres ;)

Cris dijo...

Nepal no se va a mover de ahí. A lo mejor, en vez de ir dos, un día vais tres. Te imaginas?

Y qué más te voy a decir después de la frase de Majo...

estoy_viva dijo...

Tengo amigos que tambien viajaron a Nepal y dicen lo mismo les cautivo y estan deseando volver.
Como dice Criss Nepal seguira estando ahora lo importante es lo que se avecina algo nuevo y no menos interesante el nacimiento de un precioso bebe.
Suerte.
Con cariño
Mari

Sâddha dijo...

Hola a las cuatro.
Dezaragoza, ya te digo, no se si será intuición o pura suerte, el caso es que como se suele decir, ya a tiro echo, lo pienso y me tiemblan las piernas de pensar lo que podría haber pasado. Y si, supongo que Nepal no se va a mover de ahí y si llega el caso en que se mueva, eso quiere decir que sepa dios dónde y cómo esté yo entonces, con lo cual es ganas de comerse el coco. (Entre tu y yo, los machotes de verdad son los que lloran, así que si eres machote llora llora que no es malo, pero espero que no sea yo el motivador del llanto, a no ser que sea de alegría,jejejeje).

Majo, en el anterior post que colgué con el mail que me mandaron venía diciendo algo así como que el universo está ahí para que lo disfrutemos, yo más que creer en la suerte, creo en la naturaleza; y pienso que todo tiene su tiempo, su recorrido y sus contactos, ahora bien, eso no implica que de acuerdo a nuestro tiempo, nuestro recorrido y nuestros contactos de humanitos recien formados, si lo comparamos con la totalidad del universo, tengamos la capacidad para entender todo lo que sucede, y porqué. Yo en estos casos en que se me escapa de mi raciocinio, procuro recordarme el refrán que dice "cuando seas padre comerás huevos" (y no me refiero al mes de noviembre).

Pues si Cris y estoy_viva, como ya le he dicho a dezaragoza, opino igual que vosotras. Y, ojalá vayamos los tres, por poder volver y por poder mostrar a la habicholilla tanta belleza.


Como siempre, gracias por vuestros comentarios. Esto es lo que yo llamo comenterapia. A mi al menos me ayuda bastante.
Besos.

lare dijo...

Bien está lo que bien acaba, y valorar el instante, sobre todo el presente, nos hace conscientes de lo felices que somos si lo valoramos, oye, Shada, que me encanta la música que suena cuando abro tu blog, es inmensamente relajante... estos días he asistido a Jornadas de terapias alternativas y complementarias, en las que la musicoterapia ha tenido un lugar destacado, escojo tu música para crearme mi propio repertorio musical, gracias, ciao

Sâddha dijo...

Hola lare, creo que si viviesemos el presente en toda su inmensidad, no tendríamos problemas de creer que la vida es corta aunque muriesemos con veinte años.
En cuanto a la música me alegro que te guste y te pueda aportar algo de bienestar. Yo también la utilizo mucho para parte de mi trabajo pues es una herramienta que brinda muchas posibilidades.
Un saludo.