
Aparte del desconcierto no puedo negar que cuanto menos me inquieta la dichosa hipótesis.
Me viene a la memoria el cuadro de Gauguin titulado ¿de dónde venimos? ¿qué somos? ¿a dónde vamos? Qué pensaría Gauguin si le hubiesen dicho que estaba pintando una profecía, no tanto por la escena pictórica en sí misma como por cuanto a la representación espacial y las preguntas con las que tituló su cuadro.
Si a lo largo del tiempo siempre han sido este tipo de cuestiones un tema recurrente para intentar encontrar sentido a nuestra existencia, ahora que nos plantean hipótesis en las que se cuestiona que quizás nosotros no somos nosotros sino que somos como “ellos”, los que vemos en los espejos, no puedo por menos que preguntarme también, y entonces ¿dónde estoy? o ¿dónde está el yo que le da sentido a esta existencia fotogénica, proyectada, reflejada o jodidamente desubicada?
3 comentarios:
Me gusta Gauguin, porque pintaba siempre a mi hermana, y en ese cuadro sale un montón de veces.
Y me gustas tú, porque nos pintas a todos.
Genial post. Me hubiera gustado mucho que enlazaras la noticia ¿puedes darme más datos?, estoy especialmente interesado en el tema. Un saludo.
Gracias Cris pero he de aclararte que tu eres irretratable, ni Vermeer que es considerado el pintor de la luz sería capaz de plasmar la luz propia que desprendes.
Gracias también a ti dezaragoza, me alegra mucho que te haya gustado. Te cuento, yo leí la noticia este domingo en el diario Público, supongo que no tendrás problema en encontrarla no obstante algo de tanta envergadura seguro que lo encuentras en la red.
Saludos a los dos.
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