viernes, 20 de mayo de 2011

Paciencia

Hace tiempo leí que la paciencia es un árbol que crece sobre tierra amarga pero que da frutos dúlces. Llevo repitiéndome esta frase casi dos meses que es el tiempo que llevo deambulando de consulta en consulta de médicos y fisioterapeutas a fin de que me den solución a mis dolores. Está siendo un tiempo pesado, desconcertante, desmotivador y que me está resultando dificil de digerir. He preguntado, he buscado, he leído, me han desinformado, me han fastidiado más aún, me han ignorado...y los días han seguido pasando y yo he seguido aguantando el dolor con la mejor cara que era capaz de poner.

Por fin hoy me ha llamado el traumatólogo para decirme que en una de las resonancias que me han hecho parece que han encontrado la causa de mi dolencia. Según me ha dicho, lo que tengo es una fractura por estres en el sacro causada por una sobrecarga de ejercicio, que aunque suene fuerte es pecata minuta comparado con el diagnóstico que algún que otro médico que he visitado me había dado en donde me planteaban la posibilidad de enfermedades genéticas, o que tengo una edad osea veinte años mayor que mi edad física o que tengo una enfermedad que es super complicada de diagnosticar porque no se ha encontrado todavía la causa de mis dolencias.

Por tanto si este diagnóstico es firme y no me dan ninguna otra "sorpresa" más, me espera un mínimo de tres meses con la mayor inactividad física que pueda, nada de ejercicio, caminar lo mínimo, ni se me ocurra coger nada de peso...vamos que bien podría doblar a Javier Barden en la peli mar adentro. Ahora me espera un tiempo para ver la vida con otras premisas, desde otra perspectiva y para aprender algo, porque digo yo que de esta situación tendré algo que aprender, pues entiendo que este aprendizaje será el dulce fruto de ejercitarme en el noble arte de la paciencia.

3 comentarios:

Drago dijo...

Ánimo amigo. Y como bien dices: ¡Paciencia!
Un abrazo

Cris dijo...

Te leí hace un par de días pero al final no pude decirte nada. Debe de ser muy doloroso, uno de esos dolores que llegan a tener el poder de flaquear el ánimo. Menos mal que tú todo lo ves de manera constructiva...
Recupérate pronto... Besos.

Sâddha dijo...

Muchas gracias Chencho y Cris. El ánimo es uno de los mejores lilimentos para ciertas heridas. Y la herida de la impaciencia es a veces más dolorosa que muchas fracturas. Un abrazo a dos.