lunes, 8 de marzo de 2010

Tener o no tener esa no es la cuestión.


El otro día llegaba a mis manos un pequeño artículo acerca del desarrollo de los bebes que explicaba como en cierto momento del desarrollo, cuando el bebé ya comienza a agarrar los objetos con sus manos, si se le muestra algo que llame su atención procederá a agarrarlo con su mano; y si a continuación le muestras otro objeto que también le llame la atención igualmente irá a cogerlo con la otra mano que le queda libre, manteniendo cada objeto con cada mano, pero si seguidamente le muestras un tercer objeto que también resulta de su interés hará todo lo posible por asirlo también entre las dos manos que ya están ocupadas con sendos objetos anteriores, con lo que no lo conseguirá y ahí empieza una pequeña situación de frustración de querer coger y no poder, hasta que aprende el ejercicio de soltar para coger, de medir su capacidad para retener y de que no todo se puede tener a la vez. Se supone que esta lección queda grabada en nuestro córtex cerebral y está dispuesta para aplicarla cuando resulte necesaria a lo largo de nuestra vida. Ocurre con esto como con el aprendizaje de no hacernos nuestras necesidades encima y realizarlas en el lugar destinado a ellas.
En estos días ha salido a los medios una campaña para hacer frente a la crisis, con la que se pretende levantar el ánimo de la población diciendo que la crisis es algo que tenemos que arreglar entre todos y no dejarla en manos de los políticos ni de otros. En un primer instante uno piensa que es cierto eso de que el desánimo no es el mejor apoyo para salir de las crisis, pero enseguida me surgen una serie de preguntas al atender a esta campaña, como por ejemplo, ¿quiénes somos todos? ¿quiénes son los otros? Porque claro, no puedo evitar pensar si en ese “todos” solidario me equiparan a los que salen en el anuncio hablando de optimismo como son un ganador del premio planeta, un campeón de rallyes, famosos periodistas, empresarios y un largo etc con quien no consigo empatizar al menos en lo que a ingresos económicos se refiere. Por otro lado se hace en el anuncio el símil de la crisis con la sensación térmica en la temperatura ambiente, de manera que al igual que a veces hay una temperatura “X” pero la sensación térmica puede ser “X-3”, de la misma forma la crisis nos afecta en “X” pero la percibimos como mayor. Yo en este punto me encuentro con otra disyuntiva, pues si bien es cierto que no toda la población siente la crisis en la misma proporción y por tanto el desánimo generalizado que hay, honestamente tendría que ser más selectivo, porque no todo el mundo sufre la precariedad como las personas concretas que no obtienen ningún ingreso y además no encuentran posibilidad de emplearse; y por tanto las personas que no tenemos una situación de desamparo de este calibre tendríamos que ser más optimistas, me encuentro aquí con esa disyuntiva, pues discrepo con el sentido de optimismo que se predica en la campaña, ya que se insta a no tener miedo a gastar y a fomentar el consumo como medio para incentivar el mercado. Pero es que precisamente creo que esa ha sido la causa de la crisis que tenemos y de las que vendrán más adelante si no reformulamos el sistema puesto que la clave no creo que sea consumir sino más bien (permitiéndome el juego de palabras) “sumar con”, es decir, compartiendo y no tragando como sumideros desbocados. No me puedo creer que por comer más de lo que mi hambre me demanda ni por tener más bienes materiales de los que puedo llegar a disfrutar en todo su potencial voy a construir un mundo más justo y equitativo. Es como si le quisiésemos enseñar a los bebes cuando no pueden aferrar más de dos objetos que la única manera de que le salgan tres manos es intentando coger más de dos objetos a la vez.
Es cuando menos curioso cómo se van modificando los aprendizajes que adquirimos en nuestras primeras edades y llegados a la madurez nos cagamos fuera del tiesto porque no podemos coger más de lo que abarcamos.

8 comentarios:

Rosa dijo...

Más allá de lo vergonzoso y del cinismo de tal campaña y de las comparaciones de la crisis con la sensación térmica, yo quería, si tienes oportunidad de conseguirlo, recomendarte un libro sobre el desarrollo infantíl. Se titula "Saltando las olas" es de la editorial OBSTARE y su autora se llama María Montero-Ríos Gil. Esta mujer es psicóloga y pedagoga y por si quieres saber la corriente por la que discurren sus teorías te diré que pertenece a la escuela española de terapia reichiana.

Si tienes oportunidad, merece la pena.

Un besito Sâddha.

Sâddha dijo...

Muchas gracias Rosa, me quedo con la referencia y en cuanto tenga oportunidad me lo pillo, me fío mucho de tus sugerencias.
Besos a dos manos.

Pilardepiedra dijo...

Estoy de acuerdo contigo Sâddha, cuando vi el anuncio me pareció patetico ya que la organización la lideran grandes empresas bastante politizadas. En vez de fomentar el consumo creo que habría que fomentar el ahorro y el buen hacer de vivir al nivel de nustras posibilidades.
Me hace mucha gracia también los bancos que intentan manipular fomentando el que la gente pida préstamos personales y targetas de crédito. Es como ofrecer a un niño con sed un copa de alcoho, joder no tienen un poco de ética. En fin, me parece muy interesante esta cuestión que sacas en tu post y habría que hablar mas sobre esto. Saludos y me alegra que escribas, te echaba de menos.
Besos

dezaragoza dijo...

El origen de esta desaforada estupidez lo debes encontrar en Douglas Hofstadter, autor de "Gödel, Escher, Bach, un eterno y grácil bucle" al que le debo una serie de no menos de 8 post (quizás hasta 12), publicado en 1979, y que desde los años '80 hasta ahora ha marcado el pensamiento director de occidente con los desastrosos resultados a los que asistimos.

Dicho de otra manera y sin extenderme en los tecnicismos usados, básicamente dice que la realidad es una realidad multinivel y que nuestra actitud de alguna manera "genera" esa realidad.

Como coach estarás de acuerdo conmigo que es un principio válido de manera relativa, el problema es que lo aplican de manera absoluta pues así se presenta en la obra. Ahora pretenden que la crisis es el resultado de una tendencia colectiva y que un cambio de tendencia colectiva cambiará la economía para salir de la crisis, lo que revela una estupidez supina y preocupante en la gente que en teoría debería saber bien cómo funciona la realidad. Triste, patético, preocupante e indignante, si bien esto último (lo de indignante) solo lo sufrimos unos pocos y la mayoría no con la intensidad necesaria. Ya llegará...

Por lo demás una alegría que usted vuelva a publicar. Hasta la próxima.

Sâddha dijo...

Pilar desde mi punto de vista si hiciesemos las cosas bien no tendríamos ni que ahorrar, estaríamos en equilibrio con el medio, pero siempre está ahí el jodido miedo que nos inyecta la dependencia de la seguridad y de toda esa película de que puede venir algo malo que nos pueda quitar de en medio, como si es que fuesemos a ser inmortales. No se, me parece que deberíamos parecernos más a la naturaleza en lugar de ir aparentando naturalidad.

Maño,lo primero de todo, contigo tengo una sensación ambígua, por un lado me alegra que pases por aquí y que sigas por la blogosfera, pero por otro lado el leerte tanto en tus post como en tus comentarios no hace nada más que confrontarme con todo lo que me queda por leer y aprender so mamonazo(dicho con cariño y admiración este último calificativo). Por otro lado, a lo que haces referencia de este autor (al que desconocía), acerca de los distintos niveles de la realidad, estoy totalmente de acuerdo contigo que eso es cierto de manera relativa, pero no estoy de acuerdo como coach sino como un simple estudiante del grado de psicología de la uned, jejejee.

Besos y gracias a ambos dos por estar y por pasar.
Seguimos comunicándonos.

el marido de la portera dijo...

Estupenda reflexión por tu parte. Aunque si las especies evolucionan ¿por qué no puede el ser humano tender hacia una nueva especie octópoda?

Me ha encantado lo que he leído y vendré a visitarte regularmente.

dezaragoza dijo...

Querido Sâddha, estoy seguro de que tú has leído docenas de cosas de las que yo ni he escuchado hablar. He aprendido con el tiempo que nadie es más sabio que nadie sino diferentemente sabio. Y gracias por lo de mamonazo, incluso cuando me lo dicen a mala leche es para mí un gustazo: levantar emociones en alguien (positivas o negativas) es siempre muchísimo mejor que su indiferencia.

Tú por ejemplo tampoco me dejas nunca indiferente. Saludos jefe.

Sâddha dijo...

Estimado portero consorte, aceptamos hombre araña como futuro perfil de la humanidad pero siempre y cuando esa facultad de ser octópodo sirva para repartir más que para trincar a ocho manos.
Las visitas serán recíprocas.

Estimado maño, o si me permites la coña cariñosa, petete-maño (porque para mí te imagino con tus libros gordos de consulta e indagación investigadora)estoy de acuerdo en que cada uno tiene conocimientos diferentes y eso es lo que hace que los aprendizajes se complementen, pero ese razonamiento no es excluyente de mi envidia sana por todo lo que sabes, lo que lees y tu alto nivel de curiosidad. Y la no indiferencia es recíproca.

Un abrazo gordo a los dos.