Aunque yo soy más de montaña, no quita que este fin de semana me haya venido como agua de mayo pasear por Cabo de Gata. Quizás por eso que dicen de que en torno al 60% por ciento de nuestro cuerpo es agua, de alguna manera el ánimo me pedía reencontrarme con el mar. La cuestión es que poder ver, oír, oler y palpar el paisaje marítimo ha tenido sin duda un efecto balsámico para mi cuerpo, mi mente y mi espíritu.
Pero de alguna manera esta transfusión de placer sensorial, también me ha dejado algo tocado. Siempre me pasa, quizás por esa propensión a la esquizofrenia geográfica congénita que padezco y de la que ya hablé hace unos días o simplemente por no llegar a encontrar mi lugar en el mundo, que dudo si alguna vez lo encontraré o estaré condenado a ser un buscador errante, el caso es que momentos y paisajes como los de este finde, hacen que me cuestione mis necesidades.
Ayer, mientras regresaba para casa me acordaba de Maslow y de su pirámide de necesidades; y cómo este autor plantea las necesidades humanas de acuerdo a un rango o prioridad de manera que pueden representarse bajo la forma de una pirámide. Por otro lado me acordaba de un curso que hice el año pasado y en donde me hablaban de otro autor, Manfred Max Neef, que plantea las necesidades desde otra perspectiva. Este autor sostiene que las necesidades pueden clasificarse de acuerdo a dos criterios: ontológico y axiológico; y a su vez estos dos criterios quedan expresados de la siguiente manera:
Pero de alguna manera esta transfusión de placer sensorial, también me ha dejado algo tocado. Siempre me pasa, quizás por esa propensión a la esquizofrenia geográfica congénita que padezco y de la que ya hablé hace unos días o simplemente por no llegar a encontrar mi lugar en el mundo, que dudo si alguna vez lo encontraré o estaré condenado a ser un buscador errante, el caso es que momentos y paisajes como los de este finde, hacen que me cuestione mis necesidades.
Ayer, mientras regresaba para casa me acordaba de Maslow y de su pirámide de necesidades; y cómo este autor plantea las necesidades humanas de acuerdo a un rango o prioridad de manera que pueden representarse bajo la forma de una pirámide. Por otro lado me acordaba de un curso que hice el año pasado y en donde me hablaban de otro autor, Manfred Max Neef, que plantea las necesidades desde otra perspectiva. Este autor sostiene que las necesidades pueden clasificarse de acuerdo a dos criterios: ontológico y axiológico; y a su vez estos dos criterios quedan expresados de la siguiente manera:
Necesidades ontológicas: ser, tener, estar, hacer.
Necesidades axiológicas: afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad, libertad, subsistencia y protección.
Max Neff, plantea la importancia de distinguir entre necesidades y satisfactores, así por ejemplo nos planteamos la necesidad de alimento, cuando en realidad el alimento es el satisfactor de la necesidad de subsistencia y a su vez esta subsistencia sirve para las necesidades de estar, hacer, tener o ser.
Seguramente no estoy descubriendo el Mediterráneo, pero he de reconocer que cuando lo conocí, a mi estos planteamientos me supusieron una puerta muy interesante por la que entrar en estas expediciones introspectivas que de vez en cuando me hago.
A mi personalmente me gusta más el planteamiento de Max Neff que el de Maslow, por que el primero no establece tan claramente una jerarquía de necesidades y esta propuesta se adapta más a mi variabilidad de gustos y querencias en el tiempo, que hacen que no siempre me resulte más necesario lo aparentemente más importante, o valga la redundancia, lo más necesario.
Todo esto viene porque desde ayer por la tarde-noche, mi cuerpo está aquí en la ciudad, ahora mismo frente al ordenador, pero mi espíritu y una parte importante de mi mente se quedó en la orilla del mar recogiendo conchas y piedras. Y esto hace que como ya he dicho, me plantee una vez más qué es lo que realmente necesito, porque estoy como cuando se tiene el estómago vacío, pero teniendo el estómago repartido entre el cráneo y el corazón.
4 comentarios:
Coincido contigo en que se puede discutir a Maslow. También me cae mal el tipo. Pero buenas reflexiones...
No conocía a Max Neff, pero también me gusta más su planteamiento. La pirámide de Maslow suena demasiado a mera supervivencia, y la supervivencia no tiene sentido si no es para disfrutarla.
En mi caso al menos, ya que estoy viva, me gusta sentirlo, y me gusta ver que la gente lo siente.
Besos.
Las necesidades, lo urgente, lo necesario, nuestro lugar en el mundo, jo, planteas unas cuestiones que conviven muy cerquita de mi y a las que yo tampoco he encontrado respuestas definitivas. Quizás no las tengan, o por lo menos sería deseable que no las tuviesen. Quiero decir, crecemos, y afortunadamente no sólo físicamente, avanzamos, nos movemos....y nuestras necesidades, nuestros sueños, nuestros horizontes, van a nuestra vera y también cambian.
Lo del lugar en el mundo, para mi eso ya es más complicado. No lo he encontrado. Por cierto ¿has visto la peli?, es de Aristarain, si no lo has hecho te la recomiendo, una gozada.
Bonita tu entrada, y acompañada de la música que tienes gana en belleza.
Hola dezaragoza, cris y rosa.
Dezaragoza, ciertamente a Maslow se le puede rebatir con cierta facilidad, aunque también es cierto que puede servir de referencia a la hora de hacer un primer acercamiento consciente hacia nuestras necesidades. De todas maneras sea Maslow,Max Neff o Pepito Pérez el que clasifique las necesidades, yo creo que en el fondo todos tenemos las mismas necesidades, nos diferenciamos a la hora de ponerles nombre y categorizarlas, pero en el fondo dentro de la diversidad, a todos nos duelen los pellizcos y nos hacen reir las cosquillas.
Cris, yo creo que el termino supervivencia sería una buena idea desligarlo de situaciones críticas en las que estamos en la cuerda floja y empezar a relacionarlo con una vivencia super, que es aquella en que vivimos intensamente el momento, nos llena de experiencia y nos enriquece de alguna manera.
Rosa, es que la expedición mas larga y apasionante es la del viaje interior, ahí nunca terminamos de alcanzar la cima pues siempre hay un horizonte nuevo que nos sorprende, quizás por eso lo de buscar el lugar en el mundo más que un objetivo pueda ser un medio para caminar.Por cierto conozco la peli, me encantan las pelis que he visto de Aristarain, es un tipo que maneja los diálogos tremendamente bien y te lleva a hacer unas reflexiones de lo más interesante. En concreto "un lugar en el mundo" es una de mis pelis favoritas.
Besos a los tres y gracias una vez más por darme vuestro calor con vuestros comentarios.
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