Yo no sé cómo será para los demás pero para mí la felicidad cuando está presente en mi vida de manera real y no de manera convencional no soy consciente de ella, quiero decir, si estoy viviendo un momento de tal intensidad que me sume en la infinitud de cada segundo, mi capacidad de racionalizar el momento y encerrarlo en el concepto “felicidad” es nula. Luego ya, a tiro hecho lo revivo y me recreo en el recuerdo de ese rato o esa experiencia que me atrapó como pez en la red y utilizo toda clase de calificativos y palabras, pero en el momento en que lo estoy viviendo estoy pillado a todos los niveles de tal modo que no me sale definición alguna, solo vivo y vivo y vivo como si nunca fuera a morirme.
Ayer fue uno de esos momentos. Este año con el nacimiento de la canija apenas me pude escapar a la montaña, exactamente he podido salir dos días y he de reconocer que mi ánimo pedía salir al monte como el preso pide la libertad, y eso que no me siento preso, pero me sentía ya como los peces fuera del agua haciendo esfuerzos por seguir respirando. Finalmente me pude organizar, el tiempo acompañó y quedé con una buena gente que proponía un buen plan, lo demás vino rodado, sentir, sentir y sentir hasta casi tener una hemorragia emocional.
Ayer fue uno de esos momentos. Este año con el nacimiento de la canija apenas me pude escapar a la montaña, exactamente he podido salir dos días y he de reconocer que mi ánimo pedía salir al monte como el preso pide la libertad, y eso que no me siento preso, pero me sentía ya como los peces fuera del agua haciendo esfuerzos por seguir respirando. Finalmente me pude organizar, el tiempo acompañó y quedé con una buena gente que proponía un buen plan, lo demás vino rodado, sentir, sentir y sentir hasta casi tener una hemorragia emocional.
6 comentarios:
Hola!
Imagino que a todos nos pasa, ser conscientes del momento en que estamos viviendo algo especial, saber que va a ser algo importante también cuando lo recordemos... pero claro, tenemos que disfrutarlo entonces y no pensar nada más. Ya nos vendrá más tarde, y tal vez lo idealicemos incluso.
PD: Me ha encantado lo de hemorragia emocional.
Besets
Te habrá sabido la montaña mejor que nunca!
:)
Besos a los tres... (a ver si coincidimos que...)
Tal vez si racionalizaramos el momento, como dices, perderíamos parte de esa experiencia. El tiempo que dedicarías a definirla dejarías de disfrutarla.
Voy a echar un vistazo a eso de Ashoka que he visto en la barra lateral. Tiene buena pinta.
Un saludo
Amén.
Que pasada!!!, como se debe respirar ahí, verdad?. Siempre me ha dado mucha envida la gente que hacéis esas cosas. Yo soy incapaz, el deporte más arriesgado que hago es nadar en piscina porque en el mar me da miedo por si me alejo mucho de la orilla y un remolino me traga, fijaté tú!!! jajaja.
Un besazo a los tres.
Hola amig@s.
Majo, muchas veces la racionalización de los acontecimientos es cuasi inevitable, aunque a veces la situación es tan intensa que no te deja pensar y solo desparramarte a través de los sentidos.
Cris, todo lo que te diga es poco. Y sí, a ver si es posible que nos hablemos, que parecemos casados...
Mr Brightside (jope podías averte pueto Mr Paco que es más facil de escribir,jejeje) tú lo has meridianamente claro, la no razón es en este caso el si aprovechamiento.
Maño, puedes ir en paz, jejeje.
Rosa, si te sirve de consuelo para mi la natación es un deporte extremo, con decirte que yo me ducho porque sé con certeza que ahí hago pie...
Besos a tod@s y espero a partir de ahora normalizar mi vida lecto-escritora blogueríl.
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